LISTA ROJA. Tarragona: la torre del Mas del Cusidó entra en la Lista Roja

Hispania Nostra lamenta el estado de ruina y abandono en el que se encuentra

Madrid, 11 de marzo de 2024-. Unos tirantes metálicos mantienen a duras penas en pie la torre del Mas del Cusidó, ubicada en un frondoso e idílico paraje mediterráneo a las afueras de Tarragona. La vegetación ha invadido el terreno, incluso las paredes semiderruidas. El techo está caído y, sus restos, tapados por la maleza. Se halla en un estado ruinoso. La torre tiene grandes grietas en la parte superior de las caras oeste y norte.

Por estos motivos, la torre del Mas del Cusidó acaba de ser incluida en la Lista Roja que elabora la asociación Hispania Nostra (https://listaroja.hispanianostra.org/) y que recoge cerca de 1.400 monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.

Se trata de una gran masía que conserva el edificio central y ampliaciones posteriores de difícil datación. El cuerpo central, que es también el más antiguo, es una construcción con basamento de mampostería y muros de tapia en la que destacan la puerta principal, con jambas y arco de sillares y un mínimo de dos grandes arcos apuntados y uno de medio punto en el interior. En algunas las paredes había grafitos dibujados (siglos XVII-XIX). Destaca la torre de planta cuadrada con un edificio adosado de planta rectangular. La torre mide 12 metros de altura, 4 x 4 metros de lado y unos 70 cm de ancho de los muros. Realizada en mampostería con los ángulos reforzados y las aberturas enmarcadas por sillares. La parte inferior de la fachada oriental es de tapia porque forma parte de la fachada de la masía; es decir, la torre parece que fue levantada más tarde. La distribución interior de la torre es de planta baja y tres pisos. La planta baja no tenía comunicación directa con las superiores y se cubría con bóveda de cañón.

La torre y la masía se comunicaban a través de dos puertas, una en la planta baja y otra en el primer piso que daba acceso a la cocina. Ambas estaban defendidas por matacanes. La parte superior de la torre, que originalmente debió de ser plana, presenta tejado a doble vertiente y ha sido utilizada como palomar.

La primera referencia documental de este lugar data del 29 de septiembre de 1568. Se trata de un acta de conciliación entre dos familias, la Pallarès, propietaria de la masía, y la Elies, por la cual los primeros dejarían pasar por sus tierras a los segundos a cambio de que los Elies hicieran lo mismo con los Pallarès en otros terrenos. Años más tarde, la viuda de Joan Elies, Caterina, comprará en Sebastià Pallarès la masía y no será hasta finales del siglo XVI con la boda de la hija de los Elies, Magdalena, con Antoni Cosidor, cuando esta masía adopte este nombre.

La torre fue construida posteriormente con carácter defensivo, con motivo de las frecuentes incursiones de piratas berberiscos que asolaron las costas durante los siglos XVI y XVII.