Foto principal: Castell de Vila-Romà
Las construcciones medievales se encuentran en un pésimo estado de conservación
Madrid, 5 de abril de 2022-. El ingente patrimonio cultural catalán incorpora dos valiosos elementos más a la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra. Se trata del castillo de Vila-Romà, en Palamós, y el de Montagut, en Sant Julià de Ramis, ambos en Girona. Con ellos, son ya 32 los elementos patrimoniales catalanes en peligro incluidos en el citado listado.
Su pésimo estado de conservación les ha llevado a ser incluidos en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge más de mil monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.
El castillo de Vila-Romá fue construido probablemente entre los siglos XI – XII, controlaba la mayor parte de la costa del actual término municipal de Palamós. A inicios del siglo XIII estuvo en manos de la casa Alemany, siendo comprado a este linaje en 1276 por el obispo de Girona, Pere de Castellnou, por 45.000 sueldos. Así, la fortaleza continuó en manos del obispado gerundense hasta en el siglo XIX.
Aunque en un inventario de 1328 no parece que en el castillo viviese nadie formalmente, apareciendo en la descripción solo armas y productos agrícolas, la situación cambió en 1360, cuanto el obispo nombró a Ramón d’Arenys, un campesino, para que habitara la fortaleza. En las décadas siguientes convirtió el castillo en un auténtico palacio, como se puede comprobar en un inventario de 1411, donde se menciona una capilla adornada con retablos y objetos como cerámicas valencianas, unas gafas, un juego de cartas o un palio.
En 1514, el obispo vendió la propiedad útil a un comerciante gerundense, Joan Ribes, que lo convirtió en una finca agrícola. En la centuria siguiente los descendientes de Ribes lo vendieron a los Antoniet, residentes en una masía cercana, que lo arrendaron a un campesino de Calonge, Joan Escarpa, que construyó una casa dentro del antiguo castillo. Esta acabó siendo destruida en 1812 por las tropas napoleónicas. Lleva abandonado desde entonces.
Situado en la ladera de una colina del macizo de las Gavarres, justo enfrente del Celler Brugarol, controla el tramo inicial de la riera de Bell-lloc. Está conformado por dos grandes recintos, uno exterior y otro interior, rodeados por un foso por los lados de poniente y de tramontana.
La entrada al complejo está en la parte S – E, flanqueada por dos torres rectangulares de unos 7 m. de altura. Otra está situada en el ángulo N – E, de la que aún se conservan dos muros, de unos 10 m., donde se ven almenas y aspilleras. Igualmente, en el recinto exterior aún se perciben los restos de múltiples habitaciones, algunas de las cuales conservan arcadas de medio punto.
El elemento más importante del recinto interior son las ruinas de la torre del homenaje, de la que solo ha llegado el muro de levante, de unos 11 m. El acceso era mediante una puerta, situada a unos 3 m. de altura, de la que solo se conservan los goznes. En los pies de la torre hay restos de una habitación abovedada, seguramente la cisterna, mientras que en sus alrededores hay una escalera que llevaba a una planta superior, hoy perdida.
El castell de Montagut es un BCIN (Bien Cultural de Interés Nacional), tanto por un decreto aprobado el agosto de 1949 como la Ley 9/1993, de 30 de septiembre, del patrimonio cultural catalán. Pese a ello, en el castillo no se ha hecho ningún trabajo de consolidación, por lo cual hay un peligro real de que se derrumbe de aquí a unos años. Después de siglos de abandono, expuesto a los elementos y a la acción humana, está en un estado de conservación pésimo, principalmente la torre del homenaje.
Las primeras noticias que datan la existencia del castell de Montagut son de 1187, cuando se hace mención a la capilla del castillo, aunque seguramente fue construido con anterioridad. Cien años después, en 1285, el rey Pedro III se hospedó en esta fortaleza después de derrotar a una inmensa hueste francesa, en la batalla de Panissars. Aquel mismo año fue vendido al monasterio gerundense de Sant Pere de Galligants, que lo controló durante los siguientes siglos.
Posteriormente, entre finales del siglo XIV e inicios del siglo XV fue fortificado en distintas ocasiones, concretamente en 1385 y en 1412, ante la amenaza de las incursiones francesas, aunque al final las tropas enemigas no llegaron. No obstante, durante la Guerra Civil Catalana (1462 – 1472), en un brutal conflicto ocasionado entre el rey Juan II y las instituciones catalanas, fue ocupado en 1465 por tropas campesinas partidarias de la Generalitat, aunque fueron desalojadas poco después por las milicias urbanas de Girona.
Durante la Guerra de Independencia (1808 – 1814) la fortaleza fue utilizada como punto de vigilancia para controlar el movimiento de las tropas francesas. Hasta que, en los inicios del tercer sitio de Girona (1809), fue ocupado por los soldados napoleónicos.
La fortaleza se encuentra ubicada en una colina de 182 m de altura, cerca del actual Club de Golf de Girona, desde donde debido a su situación estratégica controlaba todas las vías de comunicación que partían de Girona hacia el norte.
El castell de Montagut es de planta cuadrangular, de unos 55 m de lado, y está rodeado por un gran foso. Posiblemente tenía dos recintos, uno exterior, situado en los sectores norte y este y donde podemos encontrar una cisterna, y uno interior, situado en el sector sudoeste y presidido por una imponente torre de homenaje.
En cuanto a la torre del homenaje es de planta rectangular, de 6.5 por 4 m, y se accede mediante una puerta situada en la planta baja, protegida por un matacán, e interiormente se dividía en varias plantas, como lo demuestran las aberturas en los muros. Aunque el ángulo sur ha cedido, hecho que amenaza a toda la estructura, aún conserva la mayor parte de la bóveda y de la terraza superior.