Sobre el solar que deja el edificio del siglo XVIII se van a construir viviendas.
Madrid, 18 de febrero de 2021-. Una vez más se han vuelto a imponer los intereses urbanísticos y especulativos sobre los culturales y patrimoniales. Un ala del antiguo hospital militar de Santoña (Cantabria), probablemente del siglo XVIII como el resto del edificio, ha sido demolida hace unos días con el objeto de levantar edificios de viviendas.
Hispania Nostra lamenta esta destrucción de nuestro patrimonio histórico y cultural, que pone de manifiesto la poca sensibilidad que muestran algunas administraciones públicas, anteponiendo la especulación y los posibles réditos económicos a la salvaguarda de nuestros monumentos, que son señas de identidad de cultura.
“Cuidad de vuestros monumentos y no tendréis necesidad de restaurarlos”, afirmó el escritor y crítico de arte John Ruskin ya en el siglo XIX. España es el tercer país del mundo en elementos considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por detrás tan solo de China e Italia. Este riquísimo legado de siglos nos ha configurado, y es nuestro deber cuidarlo, protegerlo y fomentarlo.
Por eso, Hispania Nostra hace un llamamiento a las autoridades civiles, a las asociaciones y a la sociedad en general para que descubramos este inmenso patrimonio y lo cuidemos como merece.
La casa-palacio –que aún se mantiene en pie y que no se pretende derribar- es un edificio barroco de planta cuadrada, con tres alturas y cubierta a cuatro aguas. La fachada principal, toda ella de sillería, está orientada al este. En el cuerpo inferior tiene una entrada adintelada en el centro y dos ventanas adinteladas laterales dispuestas de manera simétrica. Las dos plantas superiores son de arenisca trabajada en sillares de almohadillado sobresaliente, típicamente manierista, cuya decoración forma rombos y espigas es única en la región. Tienen balcones corridos con tres antepechos rectangulares en cada uno de ellos. En el piso superior, el balcón corrido no ocupa toda la fachada, y se flanquea por dos grandes escudos de ornamentación exuberante a base de elementos mitológicos y emblemas de heráldica correspondientes a las distintas casas nobiliarias propietarias del inmueble. Toda la fachada está profusamente decorada con decoración vegetal en frisos y cornisas. La cornisa presenta una fina y detallada decoración vegetal. En la fachada Norte hay dos escudos barrocos sostenidos por niños, también de la familia fundadora.