Canarias suma cuatro elementos más a la lista roja de Hispania Nostra

Se encuentran abandonados, en estado ruinoso y en riesgo de desaparición.

Madrid, 11 de enero de 2024- Abandonados, arruinados y sin ningún mantenimiento. Así se encuentran los cuatro elementos patrimoniales de las Islas Canarias que acaban de ser incluidos en la Lista Roja que elabora la asociación Hispania Nostra y que recoge más de 1.200 monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. Son los siguientes:

Hacienda de San Clemente, en Santa Úrsula (Santa Cruz de Tenerife)


Se trata de un conjunto agropecuario y residencial levantado en el siglo XVI por la familia Grimón. Durante el siglo XVII el linaje se vincula a la familia Nava creando la unión Nava – Grimón y llegando a ser marqueses de Villanueva del Prado, de Acialcázar y de Torrehermosa, así como señores de la aldea. En la hacienda habitaron los marqueses y otros familiares a lo largo de la historia, como Claudio Grimón y Alonso de Nava, empleándola principalmente como vivienda veraniega o haciendo uso de ella en tiempos de vendimia. 

Sin embargo, en el siglo XIX, las posesiones de la familia no aportaban tantos beneficios como esperaban, lo que derivó en que fraccionaran y repartieran las tierras y edificios de la hacienda entre las hijas de Tomás de Nava Grimón. Aunque la explotación agrícola de este bien estaba aún activa a mediados del siglo XX, en la actualidad ya no cuenta con el mismo uso, pero sigue perteneciendo a sus descendientes y se constituye como una de las haciendas vinícolas más singulares de la comarca. En el año 2015, la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello y el Ayuntamiento idearon un proyecto para convertir el BIC en el centro de visitantes de la naturaleza,
sin llegar a materializarse.

El conjunto presenta diferentes grados de conservación derivados de su condición de abandono. Cuenta con numerosos deterioros en la fachada y en distintos elementos compositivos del bien, como es el caso del desprendimiento del enlucido de la fachada principal en puntos concretos o de parte de las barandillas de la azotea de los ventanales. Por otro lado, hay elementos que están en riesgo: las tejas de la cubierta del edificio principal, entre las que está creciendo vegetación que puede derivar en el debilitamiento de su consolidación. 

Molino de La Piñera (Los Realejos, Santa Cruz de Tenerife) 

Fue fundado en el año 1922 por Daniel Pérez Cabrera, con la ayuda de sus vecinos, para la molienda de grano y la producción de gofio, que se realizaba aprovechando la fuerza del agua proveniente de una galería cercana. El 28 de septiembre de 1930 se inauguró la adaptación de la maquinaria de molienda para generar luz eléctrica destinada a parte de la población del entonces Realejo Alto, proyecto que comenzó en 1923. El molino estuvo activo hasta el año 1970, aproximadamente, empleándose durante el día a la elaboración de gofio y por las noches a abastecer el Realejo Alto de electricidad.

Su estado de conservación es deficiente, se encuentra en proceso de ruina. Muestra pérdidas de numerosas tejas en la cubierta, derrumbamiento de parte de uno de los muros exteriores y deterioro generalizado del interior. En la estancia se aprecia la pérdida del recubrimiento de las paredes, la oxidación de los materiales metálicos que están, a su vez, rotos y desprendidos, crecimiento de vegetación y restos de escombros y desperdicios.

Se trata de un molino harinero ubicado en Palo Blanco, en el municipio de Los Realejos. Es un inmueble de una planta con cuerpo central longitudinal y con cubierta a dos aguas de teja francesa, la cual está estructurada con viga cumbrera y madera sobre la que reposan los rastreles que sustentan las tejas. Cuenta con un cuerpo adosado de menor tamaño y cubierta de fábrica, donde se ubicaba la tostadora. Los muros de ambos cuerpos están construidos con piedra y dispuestos de manera que forman dos crujías, la principal de ellas compuesta por muros testeros. 

Teatro-Cine Viera y Clavijo (Los Realejos, Santa Cruz de Tenerife)

El Teatro-Cine Viera y Clavijo, ubicado en el municipio de Los Realejos, es un inmueble que se levanta en un solar de casi 850 metros cuadrados en la calle del Medio de Arriba, cerca de la iglesia de Santiago Apóstol. La construcción del cine data del año 1947 sobre un proyecto del arquitecto José Enrique Marrero Regalado, responsable, entre otras obras, de la Basílica de la Candelaria y de la sede del Cabildo de Tenerife. Es uno de los más notables representantes del denominado estilo neocanario, propio de la arquitectura imperante en la época.

En los años 70 del siglo XX sufrió una serie de reformas interiores que transformaron su aspecto inicial. El estado actual del cine es bastante preocupante, se encuentra en un avanzado estado de deterioro debido al abandono por parte de sus propietarios y la pasividad del Ayuntamiento de dicha localidad.

El edificio conserva todavía sus elementos arquitectónicos y ornamentales más significativos, como los arcos o los casetones de la techumbre y se encuentra en fase de rehabilitación, para acoger en un futuro próximo programas e iniciativas que desarrolle esta Caja de Ahorros, tanto en solitario como en colaboración con diferentes instituciones públicas, en la zona Norte de Tenerife.

La fachada principal está compuesta por dos volúmenes bien diferenciados, el de la entrada, de una sola altura, es resuelto con una arcada de tres vanos de medio punto enmarcados en piedra. Dejando paso al volumen principal que mantiene una composición de cinco ejes verticales y tres alturas, destacando el cuerpo volado superior, que alberga dependencias de la cabina de proyección, al que inferiormente se le adosa decoración de canes de piedra como reminiscencia interpretativa de las características de la arquitectura vernácula, base del movimiento neo-canario. También se hace uso de los enmarcados en piedra realizados en las ventanas, donde el uso de las curvas rompe la tendencia rectilínea de la fachada.